domingo, 11 de enero de 2015

INFIERNO - Canto I

Tendría yo unos 35 años cuando me perdí en una selva oscura, es difícil describir a detalle esta jungla, me da miedo de solo acordarme, pero solo por contar las cosas chidas que después encontré, les voy a hablar de todo lo que pasó.


La verdad no supe ni cómo llegue ahí, me apendejé y cuando me di cuenta ya no estaba en el camino por donde iba, seguí caminando y llegué al pie de un cerro enorme, miré hacia arriba y vi que en lo alto ya se veía la luz de los rayos del sol, entonces se me pasó un poco el miedo y me animé a voltear hacia atrás, para ver de nuevo esa selva, de donde nadie sale con vida.


Después de descansar un rato me eché a andar por el camino del cerro, pisando con cuidado, cuando de repente vi pasar hecho la madre a un ocelote y el muy cabrón no se me quitaba enfrente, cerrándome el paso, ya hasta me estaban dando ganas de regresar.


Estaba amaneciendo, y ver los rayos del sol me dieron la esperanza de que no pasaría nada malo con aquella bestia, eso estaba pensando cuando vi un león corriendo hacia mí, con la cabeza levantada y hambre rabiosa, daba miedo el animal.


Luego vi una loba flaca y hambrienta tan fea que dije "ya valió madres eso de llegar a la cima del cerro", avanzó hacia mí y lentamente me hizo retroceder y descender.


Mientras iba bajando, vi a alguien que estaba mudo o era muy silencioso, cuando lo vi le grité «ayúdame, seas quien seas o lo que seas»


Me dijo «fui poeta hace mucho tiempo, en Lombardia, cuando mandaba César Augusto y teníamos un buen de dioses falsos, yo fui quien escribió sobre Eneas, quien llegó de Troya cuando todo valió madres por allá. ¿Por qué regresas a la selva en lugar de subir al monte que está más chido?»


«¿Eres Virgilio? ¡No mames! ¡Eres mi héroe! ¡Mi maestro! de ti me fusilé el estilo que me hizo famoso, ayúdame con ese pinche animal que no me deja pasar, la neta me da un chingo de miedo».


Me vio llorando como mariquita y me dijo «Es mejor que vayas por otro camino, porque este cabrón animal no deja pasar a nadie, los mata, se los traga y nunca se le pasa el hambre, se aparea con bastantes animales, y se revolcará con muchos más, hasta que llegue el perro de caza que le ponga en la madre, ése que se alimenta de amor, virtud y sabiduría, quien algún día salvará a Italia, echando a la pantera de un pueblo a otro hasta que la mande a chingar a su madre en el infierno.


Sígueme, yo seré tu guía, te voy a llevar por lugares donde se escucha cómo se quejan las almas condenadas, por ahí veras a algunos a quienes les vale madres estarse quemando, porque confían en que están por ser liberados, si quieres seguir subiendo junto a ellos, tendrás que cambiar de guía, allá hay alguien más digno que yo.


Te dejaré con esa persona cuando me vaya, porque le caigo mal a dios y no me quiere ver en su reino, ya que no se me dio la gana obedecer sus leyes, él gobierna en todos lados y desde arriba manda, ahí esta su ciudad y su trono, los que él decide enviar para allá lo pasan pocamadre.


Yo le respondí «Poeta, por diosito santo, llévame a donde dices, para escapar de este pedo y otros peores y pueda ver la puerta de San Pedro y a esos pobres güeyes de los que me hablas» entonces se echó a andar y yo lo seguí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario